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Fuente: Elaboración propia [Gabriel Flores, Sobre las visiones simplistas...] con datos del INE, para el Coeficiente Gini (escala 0 a 100), eje de la izquierda, y del VIII Informe anual 2018 de seguimiento del indicador Arope en España, para la renta disponible de hogares de renta media, deciles 4 a 9, entre 2008 y 2017, eje de la derecha.
"Frente a la imagen simplona del “Somos el 99%”, aparece otra imagen más ajustada a la realidad con un 60% de la población que ha recuperado sus niveles de renta de antes de la crisis; un 30% que ha sufrido sus impactos más negativos y un 10% que se ha beneficiado a costa de las rentas más bajas" |
https://www.researchgate.net/figure/Figura-49-Piramide-de-poblacion-por-nivel-de-estudios-2011_fig9_328315716
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PORCENTAJE DE ELECTORES SOBRE LA POBLACIÓN TOTAL EN LAS ELECCIONES ESPAÑOLAS CELEBRADAS ENTRE 1813 Y 2000. Fuente: Escholarium (elaborado a partir de Estadísticas históricas de España. Siglos XIX y XX. Fundación BBVA (2000)) |
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Fuente: profebaldomero
Véase un gráfico similar comentado en:
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Otros de otras épocas:
Análisis y gráficos: Elecciones generales, europeas, municipales y autonómicas (fuente: Historia electoral)
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Obtenido del blog "Herodoto" de Antonio Boix
No cita su fuente concreta, aparte de una bibliografía genérica
(Anes, Artola, Carr, Fontana, Nadal, Ringrose, Tomás y Valiente, Tortella...) |
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Obtenido del blog "La guerra civil española"
No cita sus fuentes, aparte de enlaces a Wikipedia Véanse las cifras de Moradiellos y comentario de Togores "los muertos en combate fueron en los dos bandos unos 200.000, 350.000 los muertos por hambre o por deficiencias sanitarias, 130.000 los muertos por las represalias del bando vencedor, la mayor parte durante la guerra, y algo más 55.000 las represalias durante la guerra realizadas por los republicanos, por el Frente Popular (aunque otros estudios solventes hablan de cerca de 80.000 asesinados)." Cifras y mapas según Abad Liñán Estudio demográfico Silvestre/Ortega: "En cifras redondas, la población en 1939 contaba 750.000 personas menos que las esperables para aquellas fechas. Y las secuelas se acumularon con los años: en 1942, los registros difieren en 1.150.000 personas de las cifras previsibles para ese año." ... "en el período de 1936 a 1939, la sobremortalidad fue de 110.000 hombres y 22.000 mujeres en el territorio "nacional", y de 154.000 hombres y 59.000 mujeres en el republicano." Hasta 1942 la sobremortalidad fue de 540.000. El aumento mortalidad infantil: 18.000 en la guerra y 39.000 hasta 1942. La disminución natalidad 395.000 en la guerra y 572.000 hasta 1942. Incluye mapas por provincias. ¿Cuánta gente murió en la Guerra Civil? (César Cervera, ABC) La cifra que en su día Garzón fijó en 114.226 desaparecidos ha sido motivo de grandes discusiones historiográficas. Se acepta que los muertos en combate durante el conflicto están entre 132.266 (Ángel D. Martín Rubio), 142.000 (Ramón Salas Larrazábal) y 145.000 (Hugh Thomas). Las víctimas del terror en la retaguardia oscilan más según la investigación escogida, entre los 50.000 propuestos por Santos Juliá o los 56.577 de Martín Rubio. Mayor controversia hay al respecto de la represión posterior a la guerra. Desde los 55.000 a 56.000 muertos propuestos por Hugh Thomas y Martín Rubio, los 80.300 de Salas Larrazábal, que incluye los fusilados hasta 1959, a la cifra provisional de 90.194 del recientemente fallecido Santos Juliá, que en su libro 'Víctimas de la Guerra Civil' determinó un total de 140.000 muertes para toda la represión. Esta cifra se desglosaría en 90.000 durante el conflicto y 50.000 durante la posguerra y dictadura. |
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Fuente: cucadellum.org
Pararon en 2012 ¿imagináis a qué porcentaje se ha llegado? |
Evolución de la EPA desde 1976 (fuente:Cinco Días)
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Muertos atribuidos a la violencia de causa política 1975-1983. Fuente: Mariano Sánchez, citado en Publico |
Las muertes violentas por razones sociopolíticas que tuvieron lugar durante la etapa del Frente Popular también superaron las sufridas en el transcurso de otras coyunturas o ciclos violentos que tuvieron lugar en España durante el siglo xx bajo un régimen constitucional: las «bombas de Barcelona» produjeron 32 muertos de 1888 a 1909; la «Semana Trágica» de la ciudad condal de julio de 1909 arrojó un balance de 113 víctimas; la huelga general revolucionaria de agosto de 1917 terminó con 80 muertos en el conjunto del país; el pistolerismo barcelonés de 1917 a 1923 produjo 267 fallecimientos por causa violenta, mientras que la agitación social que afectó al resto de España en ese mismo período produjo otras 121 víctimas7. Durante los primeros cinco años del actual régimen monárquico, de 1976 a 1980, hubo menos de 400 asesinatos en una España que contaba con un 50% más de población8, y el momento culminante del terrorismo desestabilizador —puntualizado por el centenar de muertos que se cobraron las acciones de ETA en 1980— fue el contexto en el que se produjo una aguda crisis de gobierno y un intento de golpe de Estado. Sólo una etapa conflictiva bien caracterizada, y excepcional por varios motivos, superó la cifra de muertos del Frente Popular: la revolución de octubre de 1934, que según cifras oficiales se cobró la vida de 855 paisanos y 229 integrantes las fuerzas gubernamentales en Asturias, y 1.051 y 284 respectivamente en el conjunto de España.
... La base de datos sobre la que apoyo el presente análisis estadístico recoge de forma individualizada las víctimas por violencia sociopolítica producidas entre el 16 de febrero y el 17 de julio... he detectado 236 incidentes con resultado de muerte, y un total de 351 víctimas mortales, lo que supone una tasa de 1,48 muertos por enfrentamiento.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5TOX-2TyFJhTLrVCbnrqc73Ki6wRAAjlhnffJiiru-m4hPu2fGb8_Gsm_SRDq6v29GJVDRYjYPO8Hb24kWf7jVVRtZ1079gtAYIOoSkCpaxLOlVm1cdRtqrqOZzn2xnIg-1mExj5NEu4/s1600/FullSizeRender+(2).jpg
https://www.elsevier.es/es-revista-investigaciones-historia-economica-economic-328-articulo-precios-salarios-madrid-1680-1800-S169869891100004X
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COSTE DE LA VIDA |
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Gráfico 1. Trabajadores agrícolas en la Corona de Castilla (1750-1756) |
Fuente: [PierreVilar (1982:71) según los resúmenes provinciales del Catastro de Ensenada aportados por Matilla Tascón. Elaboración propia[Francisco García González, Sirvientes y criados... en Mundo Agrario, 2017] . Nota: Madrid se refiere a la provincia sin la capital.
"Pierre Vilar dibujaba algunas estructuras muy expresivas para comprender la situación existente a mediados del siglo XVIII. Después de asumir la fragilidad y parcialidad de la radiografía obtenida a través de la información de los resúmenes provinciales del Catastro de Ensenada, consideraba muy reveladoras las proporciones deducidas del análisis de los trabajadores agrícolas, es decir, del 84,5 por ciento de la población activa castellana, si se tiene en cuenta que solo alrededor de una sexta parte (15,5 %) de los trabajadores sometidos a impuesto personal lo estaban fuera del ámbito agrario. Para ello distinguía dos grandes categorías: los que vivían en la explotación y los que alquilaban sus brazos temporalmente. En la primera categoría aglutinaba los datos referidos al grupo de labradores, hermanos, hijos y mozos sirvientes (tal como lo definía el Catastro) más el grupo de los hortelanos, y en la segunda categoría fusionaba los datos de los jornaleros con los pastores. Una asimilación discutible pero, en cualquier caso, muy elocuente. Según sus cálculos, dentro del mundo agrario, casi un tercio de los trabajadores (entre un 31 y un 35 %) serían jornaleros. Como vemos en el Gráfico 1, la tendencia de estos era la de crecer de norte a sur siguiendo un comportamiento inverso al de aquellos que vivían en la explotación.
Con todas las matizaciones que se quieran, propias de la diversidad existente entre realidades tan diferentes como las de Galicia o Andalucía por ejemplo, lo cierto es que, de acuerdo con Vilar, se obtienen algunas conclusiones generales. La oposición de la España del minifundio frente a la del latifundio está clara, allí donde predominan las explotaciones basadas en la pequeña propiedad asumidas por la mano de obra familiar frente a las grandes propiedades necesitadas del trabajo jornalero. Galicia y la zona norte de Castilla y León estarían claramente en la primera situación, mientras que Andalucía, Extremadura y parte de Castilla-La Mancha estarían en la segunda.
Sin embargo, si nos fijamos de nuevo en el gráfico, comprobaremos que el gradual cambio de tendencia entre un grupo y otro se produce en la España centro-meridional, en provincias como Salamanca, Cuenca, La Mancha, Madrid, Extremadura, Toledo o Ávila. La existencia de grandes explotaciones mixtas agroganaderas, con necesidad de mano de obra especializada complementada con otra eventual, da como resultado una proporción de trabajadores dependientes elevada. Se trata de territorios con densidades de población más bajas, con una fuerte orientación agrícola ganadera y con una menor presencia de grupos burgueses y comerciantes."
Las 13 suspensiones de pago de España a lo largo de su historia Tras 130 años sin declarar al Estado en quiebra... la deuda española vuelve a estar en niveles de riesgo. ... En el siglo XVIII, España tuvo repudios de la deuda hasta en siete ocasiones... Fuente: El Economista
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... En tiempos de Felipe III se calcula que el presupuesto anual oscilaba entre 8 y 10 millones de ducados, elevándose a 12 millones en el reinado de Felipe IV, cantidad que desciende a 8 millones en el de Carlos II. La partida más considerable del presupuesto en la primera mitad del siglo XVII correspondía al mantenimiento del ejército de Flandes, al que se destinaba cerca de 4 millones de ducados anuales -durante la Tregua de los Doce Años su importe descendió a 1,5 millones de ducados-, cantidad que quedó reducida a 2 millones de ducados en la década de 1640 ante la necesidad de asistir con dinero a otros frentes bélicos, descendiendo todavía más en el reinado de Carlos II. Por el contrario, el ejército de Milán estuvo financiado generalmente con recursos italianos, salvo en los años treinta y cuarenta, cuando Madrid tuvo que costear el grueso de los gastos. La paz con Holanda no supuso, sin embargo, el recorte presupuestario del ejército, ya que el coste de la guerra con Portugal a finales del reinado de Felipe IV ascendió a 5 millones de ducados anuales. Las cantidades de dinero asignadas a la marina también fueron elevadas, oscilando entre 1 y 1,5 millones de ducados anuales repartidos entre la flota del Atlántico y las galeras del Mediterráneo. Después de la batalla de las Dunas el presupuesto se recortó, sin destinarse apenas dinero para renovar los buques perdidos, algo que también sucedió con las galeras. La fuente principal de ingresos eran los impuestos ordinarios y extraordinarios que se recaudaban en Castilla. Las alcabalas valían en 1612 unos 2,75 millones de ducados, pero su importe, lo mismo que el servicio real, fijado en 405.000 ducados, permaneció estancado en el siglo XVII, si bien la creación de los unos por ciento contribuyó a compensar en alguna medida esta situación. El servicio de millones, por el contrario, experimentó un comportamiento muy diferente, aumentando su valor en el transcurso de la centuria hasta las reducciones decretadas por Carlos II en 1683 y 1686. Estos ingresos se completaban con los derechos que se percibían en los almojarifazgos y en las aduanas interiores, con los estancos (tabaco, naipes, sal y otros productos), con la venta de oficios, jurisdicciones y rentas, con donativos -graciosos, en teoría, aunque obligatorios en la práctica-, con impuestos de nueva creación (media annata, derecho de lanzas, quiebras de millones) y con las aportaciones de la Iglesia autorizadas por el Pontífice: las tercias reales, el subsidio, el excusado y la bula de Cruzada -estas tres últimas redituaban cerca de 1.450.000 ducados-. Aparte de estas rentas, la Corona también obtenía ingresos de Nápoles -cerca de 3,5 millones de escudos anuales durante el virreinato de Medina de las Torres-, de Sicilia y, sobre todo, de las Indias, estos últimos evaluados en 1600 en 2 millones de ducados, cantidad que en 1620 desciende a la mitad y más aún a mediados de la centuria, para alcanzar en la década de 1670 y 1680 los valores de comienzos del siglo XVII, si bien estas cantidades eran completadas en ocasiones urgentes o excepcionales con la confiscación de la plata remitida a los comerciantes. ... la necesidad de acudir a los banqueros para que anticiparan el dinero que debía transferirse al ejército en Italia y los Países Bajos, operación por la que recibían entre intereses, gastos de conducción y aldehalas cerca de un 30 por ciento. La acumulación de débitos por este concepto y la imposibilidad de cancelarlos condujo a la Corona en varias ocasiones a suspender su pago, a decretar la bancarrota, como sucedió en 1607, 1627, 1647, 1652, 1662 y 1666, reconvirtiendo la deuda flotante en deuda consolidada o juros, cuyo volumen, acrecentado además con la venta de estos títulos en momentos de extrema necesidad, recayó en el importe de las rentas hipotecándolas, de tal modo que en 1669 ascendían los réditos de los juros a 9.986.513 ducados, siendo el valor de las recaudaciones de 11.788.026 ducados, sin incluir el producto de las Tres Gracias. ... la Corona se vio precisada a buscar o arbitrar nuevas fuentes de ingresos. Una de las más frecuentes fue la confiscación por el monarca de una parte de los réditos de los juros, recurso adoptado por Felipe IV pero que se generalizó en el reinado de Carlos II, época en la que se llegó a detraer entre un 50 y un 70 por ciento de los intereses que debían percibir los juristas. Otra fuente extraordinaria utilizada en varias ocasiones por Felipe III y Felipe IV fue la manipulación del sistema monetario, especialmente la devaluación de la moneda de vellón,...
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